Poderosa técnica para lograr el éxito: «de vuelta del futuro»


Tener grandes sueños; sólo los grandes sueños tienen la fuerza necesaria para mover el alma del hombre.
Marco Aurelio.

Esta técnica, descrita por Brian Tracy en el primer capítulo de 21 secretos para hacerse millonario con su propio esfuerzo, consiste en imaginarse a uno mismo dentro de cinco años, con una vida perfecta en todos los sentidos:

  • ¿Cómo eres?
  • ¿Qué haces?
  • ¿Dónde trabajas?
  • ¿Cuánto dinero ganas?
  • ¿Cuánto dinero tienes en el banco?
  • ¿Cuál es tu estilo de vida?

Respondiendo a estas preguntas se construyé una visión de uno mismo para el futuro a largo plazo, cuanto más clara sea esta visión de salud, prosperidad y felicidad, más motivadora resultará, despertando nuestra creatividad para que se nos ocurran un montón de ideas que nos ayudarán a hacerla realidad.

No parece dificil de poner en práctica ¿no?. Voy a intentarlo, y en cinco años hablamos.

2º Principio de eficacia personal de Brian Tracy: Planificar cada día con antelación

El segundo capítulo del libro Tráguese ese sapo, de Brian Tracy, que proporciona 21 estrategias muy concretas y prácticas para aumentar la productividad personal, está dedicado a la planificación. Se asombra el autor de que tan poca gente planifique, siendo tan sencillo hacerlo y resultando tan eficaz para aumentar la productividad y el rendimiento. Un dato (no sé hasta que punto contrastado) convence a cualquiera de las bondades de la planificación: cada minuto invertido en planificar, ahorra hasta diez minutos en la ejecución, es decir, que debemos dedicar unos diez o doce minutos al día para planificar, evitando así unos 100 o 120 minutos de tiempo perdido y esfuerzo impreciso cada día.

El modelo de planificación propuesto es fácil de explicar y de aplicar, y se basa en las listas, para empezar desde ya a planificar:

  1. En un papel, bloc de notas, o documento electronico, elaborar una lista de todo lo que tenemos pendiente de hacer, todos nuestros proyectos importantes para el futuro, este será el listado maestro, y necesitamos poder volver a él para anotar nuevas cosas que vayan surgiendo, e ir tachando las que vayamos rematando. Esta super lista, en la que cabe cualquier cosa que se nos ocurra, alimetará el resto de nuestros listados
  2. Al final de cada mes, repasaremos nuestro listado maestro, y elaboraremos un listado mensual, en el que figuren aquellas tareas o proyectos que acabaremos en el mes próximo.
  3. El último día laborable de cada semana, viernes o sábado, debemos preparar nuestro listado semanal, donde planificaremos la semana que va a entrar, según Brian Tracy, este listado semanal está en construcción constante, y debe ser modificado a medida que avanza la semana.
  4. En el listado diario, que se elabora al final de la jornada de trabajo, se hacen constar todas las actividades concretas que vamos a realizar al día siguiente

Anima mucho realizar todo este proceso, tener nuestra primera lista diaria, e ir tachando taresa en ella (yo lo hago en outlook, usando el tipo de letra para tachar lo que acabo. Cada elemento de la lista que tacho, me proporciona un pequeño impulso para seguir avanzando en la lista.

Donde caen las víctimas del cambio

Frente al cambio, caben dos estrategias:

  • actuar (estrategia proactiva)
  • reaccionar (estrategia reactiva)

Tenemos la libertad de elegir nuestra estrategia cuando nos enfrentemos a un cambio, y es obvio que, los resultados obtenidos serán distintos según optemos por una u otra estrategia: si actuamos podremos triunfar con el cambio, si reaccionamos nos convertiremos en víctimas del cambio. Para evitar esto, conviene conocer lo que NO debemos hacer antes un cambio, así que en este post, extraído de Lo que los líderes debe saber sobre la gestión del cambio, enumeraremos las seis alternativas que debemos de evitar, por ser propias de una estrategia reactiva:

  1. Preocupación. Debemos distinguir la preocupación de la inquietud: mientras la inquietud es una respuesta sana que nos anima a actuar por nuestro propio bien ante un cambio, la preocupación genera una fuerte sensación de ansiedad,constante y destructiva. Esta preocupación solo genera miedo, sin fomentar acción ni resolución de problemas.
  2. Negación. Ignorar el cambio, o autoconvencernos de que el cambio no nos afectará es lo que hace la avestruz cuando entierra su cabeza en la arena. Esta actitud nos hace vulnerables y nada productivos.
  3. Resistencia. La resistencia va más allá de la negación: no nos negamos a creer que el cambio se producirá, pero nos resistimos tercamente a adaptarnos a él. Insistir en esta actitud hará que otras personas o circunstancias fuerzen un resultado impredecible, por ejemplo, los líderes empresariales que se niegan a adaptarse al cambio, serán superados por sus competidores
  4. Retraimiento. Retraerse es aislarse, renunciando a buscar en los demás el apoyo que nos animaría a progresar con el cambio. Una posible causa del retraimiento es el falso orgullo, el pensar erroneamente que somos autosuficientes y capaces de gestionar de forma independiente de los demás todo lo que suceda. Otra posible causa de esta actitud es el desanimo o vergüenza, es lo que le ocurre al que cree que no podrá superar el desafío que les supone el cambio, y teme parecer poco competente.
  5. Inculpación. Echar toda la culpa a otros, alejando de sí mismo cualquier responsabilidad proporciona una falsa sensación de libertad. Si tenemos a quién echar la culpa, protegemos nuestra autoestima y nos quedamos tranquilos, pero a la larga esto lleva a la amargura y al estancamiento.
  6. Ruptura.Hay dos tipos de actitudes de ruptura, una pasiva, centrada en el abandono, la apatía y el retraímiento frente al cambio, y otra activa consistente en explotar de rabia, hacer sabotaje, tomar decisiones impulsivas. Ambas llevan a la autodestrucción.

Todos los que se quedan excluídos en un proceso de transformación, las víctimas del cambio, lo son por que optaron por una de estas seis estrategias reactivas. Tengamos cuidado de no elegirlas para nosotros.