Técnicas de lectura rápida: ampliar el ámbito de enfoque

Se trata de enfocar más de una linea a la vez, lo que es fisicamente posible, y solo requiere de práctica.

Esta técnica no sirve para la lectura con máxima atención de un texto complejo, pero sí para textos sencillos, o para obtener una vista previa o de conjunto. Este tipo de lectura ha de realizarse siempre, según Tony Buzan, con apoyo visual, para evitar que los ojos se muevan por la página sin una dirección precisa. Recomienda utilizar diferentes tipos de apoyo visual (movimientos diagonales, curvos y verticales).

La cortesía aplicada al correo electrónico

Se trata en esta cuestión, más que de mejorar nuestra propia productividad, de no interferir en la de los demás.
Todos los que tenemos al menos una cuenta de correo electrónico nos vemos invadidos por un número ingente de mensajes, no todos importantes ni imprescindibles. Además de sufridos destinatarios de mensajes de correo electrónico prescindibles, con las bandejas de entrada a rebosar, también somos remitentes de muchos mensajes, por eso, podemos tener un gesto de bondad hacia nuestros compañeros, y considerar estos seis puntos sugeridos por Stephanie Winston antes de pulsar el botón enviar:

  1. ¿Puedo retener esta información para una reunión u otro momento conveniente?
  2. ¿Se puede resumir?
  3. ¿Se puede incluir en un informe más amplio?
  4. ¿Es necesario realmente darlo a conocer?
  5. ¿Cuántas personas quieren o necesitan realmente recibir una copia?
  6. Si nuestro mensaje forma parte de una larga serie, sería muy considerado empezar con una recapitulación de dos o res frases, para evitar al destinatario la pesadez de leer los correos anteriores.

De mi cosecha personal, cuando sea  un correo largo y que aborde varios temas, conviene distribuirlo en párrafos y titular cada uno con una frase en negrita, facilita mucho la lectura y comprensión.

Contra las emociones negativas

El miedo, la autocompasión, la envidia, los celos, los sentimientos de inferioridad y la ira suponen un obstáculo para nuestro bienestar: resultan agotadoras, hacen daño e impiden el éxito. Brian Tracy enumeró en su libro Metas los cuatro factores que causan estos sentimientos poco deseables, y conocer estos factores es el primer paso para sustituir las emociones negativas por emociones positivas (amor, paz, alegría, entusiasmo).

  • Justificación. Para ser negativo es necesario poder justificar ante nosotros mismos y el resto del mundo que tenemos derecho a estar furiosos o disgustados, esa es la razón por la que algunas personas explican a diestro y siniestro las razones de sus sentimientos negativos. Al dejar de justificarnos nos convertimos en personas más positivas y eficaces.
  • Racionalización. Por medio de la racionalización tratamos de convertir a alguien o algo ajeno a nosotros en la causa del problema, buscando argumentos que conviertan a eso externo en el malo de la película.
  • Excesiva preocupación por la manera en la que los demás nos tratán. Si no somos capaces de valorar nuestros propios méritos, con independencia de las eventuales opiniones negativas de los demás sufriremos ira, vergüenza, autocompasión, etc.
  • Culpar a alguien. Esta es la peor de las cuatro causas: la tendencia a culpar a los demás de nuestros problemas, de hecho, el mejor remedio contra las emociones negativas es ser responsable, aceptar que nos compete a nosotros y a nadie más la responsabilidad completa de nuestra situación.

Para disfrutar del poder que otorgan las emociones positivas, y no verse debilitado por las emociones negativas, que nos vuelven hostiles, irritables y desagradables, debemos negarnos a criticar, quejarnos o condenar a los demás, aceptando la responsabilidad de conducir nuestra vida.