Cinco recomendaciones para una vida empresarial emprendedora

En el capítulo 23 de su libro «Angeles en el trabajo», Ramón Ollé presenta un esbozo de una conferencia pronunciada por él mismo en la Escuela de Telecomunicaciones La Salle de la Universidad Ramón Llul de Barcelona, y que originalmente llevaba por título «Cinco lecciones para una vida empresarial emprendedora». El prudente autor rebajó a recomendaciones las lecciones, y yo las resumo en este post con la esperanza de que resulte de utilidad a los lectores, y alguno se anime a leer el libro de este Ingeniero de Telecomunicaciones, Presidente Ejecutivo de la Business Engineering School de La Salle Escuela de Ingeniería y Arquitectura (Universidad Ramón Llul) y, hasta 2007, Presidente Ejecutivo para Europa de Seiko-Epson Corp.

  1. Desear con pasión la consecución de tus sueños y trabajar duro para que cada día se hagan realidad. Hablando de empresas, podría parecer más adecuado referirse en este punto a un buen plan estratégico (es conveniente y hasta necesario), pero este plan viene detrás de un sueño. Hace falta el sueño, y mucho empeño y esfuerzo para que se haga realidad.
  2. Rodearse de los mejores equipos de trabajo y que éstos compartan un mismo espíritu de vida, desarrollando y haciendo posible que los sueños de todos ellos se hagan realidad. Hay que seleccionar colaboradores que nos complementen en aquellas áreas en las que tengamos deficit de conocimientos y habilidades, hay que tratar de lograr un equipo «rico en la diferencia y potente en lo común», que, a pesar de estar fuertemente cohesionado, deje espacio a sus miembros para realizarse y alcanzar sus propios sueños.
  3. Mantener el equilibrio entre «yo gano, tu ganas» y la plena integración de esto en la manera de entender el trabajo y la vida.
  4. Ser un ejemplo de buen liderazgo y aplicarlo con amplitud de miras y sin restricciones, motivando y animando a la gente. En este apartado, Ramón Ollé cita literalmente un consejo recibido de su primer jefe a mediados de los años 70 del pasado siglo: «para ser un buen directivo debes saber dos cosas importantes: primero, tienes que saber decir que no. En muchos momentos de tu vida, tanto profesional como personal, deberás decir que no. Verás que es un ejercicio difícil, pero te dará credibilidad en los momentos más duros y te ayudará a hacer aquello que te propongas. Es más fácil decir que sí que decir que no ¡Qué tus compañeros lo sepán! Pero también debes aprender a tratar a los demás como tu quisieras ser tratado.(…)¿Quieres claridad por parte de tus jefes? Sé claro. ¿Quieres transparencia? Sé abierto. ¿Quieres una palabra de agradecimiento? Sé agradecido. ¿Quieres ser reconocido? Reconoce. ¿Quieres mejoras en tu profesión? Ayuda a los otros a mejorar. Con los años verás cómo nuestros deseos van cambiando, pero todos esperamos una respuesta adecuada a nuestras ilusiones y a nuestros deseos»
  5. Conocer nuestros límites, trabajar desde la verdad, ser humildes. Puede pensarse que la idea de líderazgo va ligada a la autosuficiencia, la autosatisfacción, y, en cierto modo a la prepotencia, pero es necesaria la humildad, como una característica muy importante para alcanzar al éxito, entendida como autenticidad o capacidad para aceptar las propias limitaciones, sabiendo que no somos más importantes que nadie, definiendo nuestros límites y reconociendo nuestras deficiencias.

El libro citado, lleva por subítulo «Los valores que ayudan a gestionar el bienestar de una empresa», y está publicado por Urano en su colección Empresa Activa.

Ganar el doble de dinero en la mitad del tiempo

Duplicar los ingresos y el tiempo libre simultaneamente es un milagro al que Brian Tracy se refiere en varias ocasiones en las páginas de Máxima Eficacia, un libro en el que estoy inmerso desde mediados del mes pasado. Lo empecé por aquellas fechas con la intención de que me sirviera de ayuda y estímulo para redactar mis propósitos de año nuevo, pero todavía no lo he terminado, y no por que no le dedique tiempo, si no por que lo estoy encontrando tan denso, que he acabado por ir anotando en una moleskine los puntos clave y las ideas que surgen al hilo de esa lectura, hoy repasando mis notas manuscritas, me sorprendió esta anotación: «seis pasos para duplicar los ingresos y el tiempo libre». Dado que no es este un resultado a pasar por alto, detallo a continuación los pasos que propone Brian Tracy:

  1. Identifica las pocas tareas que más contribuyen al mayor valor de tu trabajo. Preguntate a tí mismo y a los demás cuales son tus tareas clave, para tener así siempre claro a que dedicarte para dar más valor a tu tiempo.
  2. Identifica las tareas rutinarias y las actividades que consumen mucho tiempo pero contribuyen poco o nada a tus objetivos a largo plazo. En cuanto puedas, deshazte de ellas una a una, delegándolas o cediéndolas a terceros. Sé estricto en esto y no te dediques a ninguna tarea de poca importancia.
  3. Mejora tu rendimiento y tus resultados utilizando la fórmula del «Gran SLAM». Simplifica, afianza, acelera y multiplica tus talentos y capacidades por medio de los demás. Esto ya fue objeto de otra entrada en este blog.
  4. Reserva un día libre a la semana, totalmente desconectado. Recarga y rejuvenece tu cerebro dejando a un lado el trabajo de la semana: no leas, no llames por teléfono, no veas el correo y dedicate en exclusiva a tus asuntos personales.
  5. Amplía los días libres a dos, todo el fin de semana. Cuando consigas tener un día libre a la semana, y te encuentres cómodo con eso, amplia el tiempo de desconexión a todo el fin de semana: 48 horas, así estarás más descansado y serás más productivo en el trabajo, haciendo más cosas en menos tiempo.
  6. Empieza hoy mismo a poner más atención a las cosas que haces. Piensa en tus tareas antes de empezarlas, identifica las más importantes y concéntrate decididamente en ellas.

¿Qué puedo hacer para mejorar mi vida?

Esta parece una pregunta de complicada respuesta, muy apropiada para responder en estas fechas, obteniendo así una lista de propósitos para el año nuevo. En el prólogo de Máxima Eficia, un libro de Brian Tracy, se propone una respuesta demoledoramente simple a esta cuestión, que merece la pena compartir en este blog: «sólo hay cuatro cosas diferentes que puedes hacer para llegar a mejorar la calidad de tu vida y de tu trabajo», y estas cuatro cosas son:

  1. Dedicarte más a ciertas cosas. De entre todo lo que haces, selecciona aquellas que más te importan, más te satisfacen y más repercusión tienen sobre tu futuro.
  2. Dedicarte menos a otras cosas, aquellas que no te estén ayudando mucho (o te estén perjudicando) en el logro de los objetivos que persigues
  3. Empezar a hacer cosas que hoy no haces. Adquirir nuevos hábitos, aprender nuevas habilidades, empezar proyectos nuevos…
  4. Dejar de hacer algunas cosas que estés haciendo, abandonando actividades y conductas que no son coherentes con los logros que ambicionas

Ahora que he leído esta lista de solo cuatro puntos, me parece una verdad tan simple como aplastante, aplicable al diseño de cualquier cambio, tanto personal como organizativo: la proxima vez que tenga que plantearme una mejora sustancial empezaré por pensar en estas cuatro cosas.