Colapso de tareas pendientes

Hace unos días que perdí “el hilo” de mis tareas habituales, a miles de kilómetros de “la zona” descrita por David Allen, y con la mente como agua, pero turbia. Para dar una idea concreta del estado de mi sistema de productividad personal, algunos datos:

  • 481 tareas pendientes identificadas, después de “purgarlas” intensivamente descartando en torno al 10%
  • 98 proyectos, 25 de ellos en vía muerta (sin acciones pendientes identificadas)
  • 35 correos en la bandeja de entrada sin procesar
  • una bandeja física rebosando de documentación pendiente de procesar
  • un par de días con la sensación de no saber que hacer, y dedicándome a tareas de poco valor, notándome “sobrepasado” por lo pendiente.

Por ese principio en el que creo firmemente de que, no hay mal que por bien no venga, trataré de aprender algo sobre este colapso anti productivo en el que estoy.

Es probable que no sea capaz de identificar los errores cometidos , pero si es seguro que algunos de ellos son estos:

  • Repaso semanal incompleto y discontinuado: he dejado pasar más de un viernes sin hacer un repaso semanal, y los que he hecho, no estaban bien, ahora creo que los requisitos que debo exigirles a mis repasos semanales son:
    • que queden vacías todas las bandejas de entrada
    • que no quede ni un solo proyecto sin una próxima acción identificada
    • ineludibles, ni un solo viernes puede quedar sin repaso semanal
  • Material de consulta desorganizado: en mi despacho, una gran superficie plana, sobre dos archivadores, acumula montones de revistas y documentos que no forman parte de los proyectos, pero que consideré interesante guardar. La apariencia de desorden y caos, y la dificultad de encontrar cualquier documento relevante son una complicación añadida.
  • Acciones pendientes mal documentadas: he estado revisando el thinking rock con espíritu crítico, y he visto que, en general, las próximas acciones están mal documentadas, muchas veces no indican la prioridad, o el contexto, y utilizo una próxima acción para recopilar “pensamientos”, o proyectos (en la descripción de la acción voy anotando las acciones hechas y pendientes). Esto hace inservible la lista de acciones: no puedo filtrarlas por contexto, por que, con las prisas de tomar nota no lo he anotado, y aparecen entremezcladas, “cosas”, que no son acciones
  • Ausencia en general de disciplina aplicando GTD: carpetas de proyectos finalizados mezcladas con proyectos en curso, acciones finalizadas que figuran en la listas como pendientes, correo de hace semana que se queda en la bandeja de entrada de correo electrónico como recordatorio, en lugar de ser encuadrado como acción o proyecto, etc.

Pienso dedicar estos días de vacaciones a releer a Allen, volver a centrarme en los principios y el significado de la metodología GTD, y veremos que se me ocurre para volver a “la zona” y recuperar las riendas de mi sistema.

5º principio de eficacia personal de Brian Tracy: practique el método ABCDE

Desde que, a principios de este año que ahora acaba, adopté GTD como método de organización personal, abandoné la costumbre de elaborar listas de tareas cada noche para llevar a cabo al día siguiente. Casi un año más tarde, todavía echo en falta esa costumbre, y descubro leyendo a El Gachupas, que hay quien hacer compatible una lista de tareas priorizadas para el día siguiente con GTD, tengo que planteármelo.

Pero a lo que vamos.

Por seguir con la serie de principios de eficacia personal, de Brian Tracy, voy a resumir en este post esta sencilla técnica de priorización de tareas pendientes. Para aplicarla, basta tomar un papel al final de la jornada, y hacer una lista de las tareas a acometer al día siguiente (o al comienzo del día, antes de empezar a trabajar). Con la lista elaborada, escribimos una A, B, C, D o E delante de cada tarea:

  • A. Tareas muy importantes, deben hacerse, en caso de no llevarse a cabo las consecuencias serán graves. Yo las llamaba Imprescindibles.
  • B. Tareas que hay que hacer, pero las consecuencias en caso de abandono serán solo leves: alguien tendrá un inconveniente o se molestará. Podrían llamarse Necesarias.
  • C. Algo que sería agradable hacer, pero dejarla pendiente no traerá consecuencias. Esta clase de tareas no tienen efectos sobre nuestro trabajo. Estas son las Aconsejables.
  • D. Tareas delegables.
  • E. Se pueden eliminar sin que importe lo más mínimo. Prescindibles.

Si tenemos varias A (que es lo que va a suceder, me temo), debemos repasarlas para priorizarlas, para tener tareas A1, A2, A3, etc. Al ponernos a trabajar con una lista de tareas así clasificada, debemos concentrarnos en la A1, y luego en la A2 y no empezar ninguna tarea B, hasta que no hayamos terminado todas las A. Según Tracy, empezar el día acabando tareas importantes y valiosas nos servirá de motivación para entregarnos al trabajo.

La mejora del retorno en la vida, de Luis Huete

Lo que aprende uno en gestión de empresas, puede a veces trasponerse a la gestión de uno mismo, el ejemplo más claro de esto es la “planificación estratégica personal”: misión, visión, valores, objetivos, indicadores… son términos que tienen tanta cabida al diseñar el futuro de una organización como el de una persona. Esta es una vieja y querida idea para mí, por eso me resultó atractivo el título de este libro.

Según Luis Huete, en nuestra vida invertimos en cuatro activos inmateriales: conocimientos, competencias, actitudes y sistema de creencias. Como características de estos cuatro activos:

  • necesitan inversión para mantener su valor o acrecentarlo
  • corren el peligro de deteriorarse con los años si no se invierte en ellos
  • tienen un recorrido de mejora si se gestionan con pasión, complicidad, método y disciplina

El retorno se obtiene, en forma de logros y satisfacciones personales en la vida, una vida que “sólo se vive una vez y además acaba transcurriendo con una velocidad sorprendente”.

El libro está lleno de herramientas concretas, prácticas y directamente aplicables para “invertir” en los cuatro activos. No tengo ninguna duda de que algunos de los post que publique en un futuro en Productividad Personal llevarán el tag Luis Huete.

No puedo pasar por alto que, Alicia Chavero, a quien sigo en Twitter (@alicia_chavero),  colaboró en este libro, que llegó a mis manos a un módico precio con el diario Expansión que edita Crecento publishing con el patrocinio de Foro Europeo, Escuela de Negocios de Navarra