Ley de la eficiencia obligada: Nunca hay tiempo suficiente para hacer todo, pero siempre hay tiempo suficiente para hacer la cosa más importante.
La primera vez que leà a David Allen, me impactó una afirmación suya: desengañate, nunca te pondrás al dÃa, nunca leerás esa pila de artÃculos interesantes que conservas en tu despacho para cuando tengas tiempo. Quizás por que, desde donde estaba cómodamente sentado leyendo esa afirmación, podÃa ver una pila de revistas de medio metro de altura, cada una de ellas con un post it señalando una página.
La idea es muy simple: el tiempo es un recurso limitado, es imperativo por tanto ser selectivo a la hora de decidir lo que hacemos con él. Brian Tracy, en el capÃtulo 7 de ¡Tráguese ese sapo! propone tres preguntas que debemos de hacernos continuamente para mantenernos enfocados en las cosas más importantes:
¿Cuales son mis actividades de mayor valor?. De todas las cosas que tenemos pendientes ¿cuales aportarán más a nuestra empresa? ¿a nuestra familia? ¿a nuestra vida?. Esas son las que se merecen, antes que ninguna otra, nuestro tiempo. Preguntémonos a nosotros mismos, a nuestro jefe, a nuestros compañeros, a nuestra familia y amigos.
¿Qué puedo hacer yo que sólo puedo hacer yo que si lo hago bien producirá una verdadera diferencia?. Esta pregunta está ideada por Peter Drucker, y es realmente inspiradora, hacérnosla una y otra vez ayudará sin duda a elegir lo importante.
¿Cuál es hoy el uso más valioso de mi tiempo?. Dice Brian Tracy que esta, precisamente esta, es la pregunta clave de la productividad, y que tiene una respuesta concreta a cada hora del dÃa. Nuestro trabajo es formular continuamente esta pregunta, y actuar siempre conforme a la respuesta.
Si respondemos con precisión a estas tres preguntas, podremos:
- establecer prioridades claras
- superar la postergación de decisiones
- empezar la realización de actividades que impliquen el uso más valioso de nuestro tiempo
Leave a Reply