7ª ley de Maxwell: la ley del respeto

Hace más de un año dediqué un post a la primera ley del liderazgo de Maxwell, con la intención de ir refiriéndome a todas y a cada una de ellas en este blog. Me pareció una buena forma de aprehender las leyes: para escribir sobre ellas debo primero interiorizarlas de algún modo.Revisando el blog, veo que la última vez que me dediqué a esto de Las 21 Leyes del Liderazgo de Maxwell, me refería a la sexta, así que hoy, sin duda, le toca a la séptima: la ley del respeto:

Por naturaleza, la gente sigue a líderes que son más fuertes que ellos mismos

Maxwell ilustra esta ley con la historia de Harriet Tubman, una mujer negra líder abolicionista que guió a cientos de esclavos hacia la libertad por el llamado ferrocarril subterráneo (una red de apoyo a los esclavos fugitivos). De lo que nos habla la vida de Harriet Tubman, además del propio enunciado de la ley, es del tipo de fortaleza a la que se refiere: Harriet la tenía toda, a pesar de ser mujer y negra, en una machista sociedad esclavista, se la ganó con la libertad de más de 300 personas, en 19 viajes realizados entre 1850 y 1860.

Otra anécdota que cita el autor al explicar la ley de Maxwell, sucedió a principio de los años setenta, cuando el jugador de baloncesto, Bill Walton, entró al equipo de UCLA (Universidad de California Los Angeles) dirigido por John Wooden, quien dijo a los jugadores que no se les permitía tener vello facial. El recién llegado Walton, en un intento de asegurar su independencia, dijo que él no se afeitaría la barba. La respuesta sensata de Wooden fue: “Bueno, Bill, te vamos a extrañar”. Walton se afeitó la barba. John Wooden fue respetado por Bill Walton porque el entrenador era un lider más fuerte.

Leave a Reply

  

  

  

You can use these HTML tags

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>