Café y productividad en Santiago de Compostela: crónica. Por un blogger oxidado

Esta mañana del 3 de junio de 2017 me he acercado a la Facultad de Ciencias de la Información para asistir a mi primer Café y Productividad, un encuentro de bloggers que se viene celebrando cada 6 meses y que promueven Jeroen, Dani y Jordi. La experiencia justifica con creces que rompa mi silencio bloquero y escriba una entrada para resumir lo que ha sido ese encuentro,. Gracias a Alejandro Vázquez por la sala, el café y por haber acertado al elegir un buen sitio para comer. La foto es de José María Villarmea (justo el que falta en la imagen)

Foto de José Mª Villarmea

Asistentes

Rafael Valero, de Negocios Perfectos

Jeroen Sangers, del Canasto

Rafa García, de Valor 2.0

Daniel Aguayo, de Dutudú

Jordi Sánchez, de Proyecta tu vida

Alejandro Vázquez, de Productividad en GTG

Jose María Villarmea, de jmvillarmea

 

y yo mismo.

 

Temas propuestos

Productividad como negocio

Tendencias en productividad

De productividad personal a colaborativa

Expectativas y productividad

Cultura productiva

GTD: escuelas ortodoxa y realista

Productividad en equipos a distancia

GTD extremo

Monetización del conocimiento

Pedagogía de la necesidad de productividad

Revisión semanal GTD

Como establecer listas a los proyectos y tareas pendientes para que no nos desborden

Habilidad personal, actitud, aptitud

Límite entre productividad personal y trucos

 

Por votación de los asistentes, se eligieron tres, que sirvieron para iniciar un interesante intercambio de ideas y experiencias, fue una conversación fluída, y no ceñia al título del tema, no tomé nota de todo, si no solo de ideas sueltas, sin registrar de quien provenían, y eso es lo que comparto aquí: un extracto parcial e incompleto.

 

Límite entre productividad y trucos

Los trucos o técnicas son la parte, el sistema productivo es el todo. Los trucos facilitan el acceso a la visión holística de la productividad. En realidad, el truco ya te hace productivo, así que no hay ningún límite entre productividad y truco. Cuantos más trucos vas acumulando, se ayudan unos a otros, y cuando tienes suficientes, ya tienes un sistema.

 

GTD Extremo

¿Alguien aplica el GTD tal cual? Podría parecer que si eres demasiado ortodoxo con este método, o te dedicas solo a hacerlo, o es imposible, y entonces dejas de ser productivo. El GTD, o cualquier sistema, tiene que ser un trampolín para que lo adaptemos y encontremos nuestra propia metodología o flujo de trabajo, y no un corsé que limite nuestra productividad. Se comparó GTD a un mueble de Ikea: siempre sobran piezas, y en GTD, la pieza que sobra son los contextos. Se produjo un interesante debate sobre como archivar las tareas pendientes: contextos, tiempo – energía. Y aquí Jeroen hizo una muy interesante apreciación que para mí supone un cambio de paradigma: cuando no tienes energía, ¿por qué hay que buscar en nuestra lista de tareas las que podemos hacer con baja energía? lo que tenemos que hacer es dejar de trabajar y hacer algo que nos ayude a recuperar energía (como echarnos una siesta). En este apartado también se recordó que GTD no deja de ser una marca registrada, y es legítimo que su propietario la licencie y exija requisitos a quien la utilice.

 

Tendencias en productividad

La robotización y automatización de tareas puede que implique que tengamos menos cosas que hacer, y entonces la productividad ya no será la respuesta a la tensión de demasiada carga de trabajo. Respecto a este asunto de la automatización, se comentó que, tradicionalmente, nuestro trabajo es nuestra identidad, el sentido de la vida lo quitamos del trabajo que tenemos, y si las máquinas hacen nuestro trabajo, pero que quedarnos sin dinero (sin salario) será quedarnos sin el sentido de la vida. En este apartado se habló también del sentido de la vida en general, sobre el futuro de GTD cuando David Allen se jubile, se dijo el dato curioso de que uno de los nueve hijos de Steven Covey forma parte de la fuerza de ventas de GTD, y se habló también de productividad en organizaciones y la importancia (o no tanta) de hacer procedimientos para que los trabajadores del saber se guien por ellos, así como de la formación en productividad para empresas.

 

En conclusión

Ha sido un gustazo compartir esta mañana con estos grandes de la productividad, y desvirtualizar a algunos históricos bloggers de productividad. Adicionalmente, y gracias a lo hablado con Rafael Valero durante el café, tengo una posible alternativa a mi viejo Thinking Rock: To do ist (según él, antes de implementar GTD con esta herramienta, debería de ver los videos de Carl Pullein, así lo haré).

Me apuntaré como tarea el considerar acudir a otro Café y productividad, y quizás, retomar este viejo blog, al fin y al cabo, sin él me habría perdido esta experiencia de hoy.

Bloggers en café y productividad

Una aproximación al coaching

El pasado 14 de junio asistí en Santiago de Compostela a un curso de 6 horas impartido por Jesús Huertas y organizado por Forgal.

El ponente demostró ser un comunicador ágil y eficaz y logró que la tarde se pasara en un vuelo y supiera a poco. Aún que fueron muchos los temas tratados que podrían dar para un post en este blog, lo centraré en lo que se nos explicó sobre el coaching, de este modo el contenido responderá a su título (como debe ser).

Lo que no es el coaching

El coaching no es terapia. La terapia se hace cuando hay un trastorno psicológico para superarlo y este no es el caso del coaching.

El coaching no es formación, para ser coach no es necesario saber del negocio o tema sobre el que se preparando quien recibe el coaching (el coachee), y además en la formación suele ser el formador quien habla más, mientras que en el proceso de coaching es el coachee quien suele hablar más.

El coaching no es asesoría. En la asesoría el asesorado formula las preguntas y el asesor las responde, mientras que en el coaching el coach es quien pregunta y el coachee quien responde.

El coaching no es mentoring. Para ser un mentor, tienes que ser un experto en la materia, lo que no sucede en el coaching.

Además, aunque muchos coaches son psicólogos, ser psicólogo no es ser coach.

Un par de definiciones

“Relación profesional continuada que ayuda a que las personas consigan resultados extraordinarios en sus vidas”

“Proceso de entrenamiento personalizado y confidencial”

Diez cualidades de un coach

  1. Humilde,
  2. retador,
  3. buen comunicador,
  4. observador y curioso,
  5. motivador
  6. agitador del cambio
  7. confiable y discreto
  8. actitud mental positiva
  9. no emite juicios
  10. Cree en el potencial del coachee

Modelo GROW

También llamado modelo europeo. Interesante a nivel empresarial, funciona en gestión del tiempo, habilidades de comunicación, planificación del ocio y mejora de relaciones familiares. Fue muy utilizado en España en los años 80. Cada una de las cuatro letras de la palabra GROW indica una de las fases del modelo.

  • G – goal, objetivo. Es donde soñamos y nos marcamos metas
  • R – realidad. Ver si nuestros sueños son o no posibles en función de la situación en la que nos encontramos.
  • O – opciones. No hay un único camino para llegar a nuestros objetivos, en este punto se exploran todos.
  • W –will, voluntad. Qué vas a hacer, quién lo va a hacer, cómo lo vas a hacer.

Modelo CARA

  • C – Consciencia. El proceso de cambio tiene que empezar por un proceso de consciencia, es imposible mejorar algo si antes no somos conscientes, a veces ayuda mucho dirigirse al entorno y preguntarle que es lo que estamos haciendo mal.
  • A – Autoconsciencia. Fase de autocreencia, no se puede cambiar si no te crees capaz de hacerlo.
  • R – Responsabilidad. ¿Cómo de importante es para nosotros el objetivo del que estamos hablando? ¿Que estamos dispuestos a hacer para alcanzarlo?
  • A – Acción. Si dijiste que lo ibas a hacer, ¡hazlo!

16ª ley de Maxwell: la ley del gran impulso

El impulso es el mejor amigo del líder

Cuando uno se propone resumir y comentar todos y cada uno de los capítulos de un libro, es inevitable que unos le gusten más que otros. Eso me sucede con las 21 leyes Irrefutables del Liderazgo de John C. Maxwell, y esta ley número 16 no es de mis favoritas. No por que no la considere importante, si no por que me parece que el capítulo no le ha quedado tan “redondo” al autor como otros.

Pero lo dicho, se trata de resumir y comentar las 21 leyes, y después de la 15, ha de venir la 16, así que vamos a ello.

Esta ley va de la gestión del cambio, dice John C. Maxwell que para cambiar de rumbo, primero hay que crear progreso: no se puede gobernar un barco que no avance.

El ejemplo que usa el autor en esta ocasión es el del profesor boliviano Jaime Escalante y su experiencia como profesor en Gardfield, Los Angeles, California. Su experiencia allí fue recogida en la película de 1988 Stand and Deliver, titulada en español Lecciones Inolvidables o Con ganas de triunfar. Aquí podemos ver un fragmento.

Tener Ganas – Con ganas de Triunfar from IES 9030 on Vimeo.

Escalante tenía 43 años cuando comenzó a enseñar en Gardfiel. Le habían contratado para ser profesor de informática, pero no había dinero para ordenadores, así que se puso a enseñar matemáticas en un centro escolar tomado por las bandas callejeras y en riesgo de perder su acreditación oficial. Escalante estaba decidido a causar un impacto positivo en la vida de los estudiantes, así que desafió a los más inteligentes y mejores alumnos a presentarse a un examen de colocación avanzada de cálculo. Entre los 3.500 alumnos de Gardfiel solo pudo encontrar a 14 que quizás pudieran asistir a un curso de cálculo y superar el examen de colocación avanzada. En 1978 solo 5 terminaron el cuso, y únicamente 2 aprobaron. Los aprobados subieron a 6 en 1979 y a 14 en 1980. Jaime Escalante estaba creando impulso, y al curso siguiente reunió a 18 estudiantes, que después de prepararse con mucho esfuerzo, se examinaron en mayo. Los examinadores encontraron coincidencias en 14 de los 18 exámenes y creyeron que los alumnos de Escalante habían hecho trampas, así que les obligaron a repetir el examen para conseguir sus créditos universitarios. Los estudiantes se indignaron, Escalante y el entonces director de Gardfield trataron sin éxito de recurrir la decisión de los examinadores. Finalmente, volvieron a examinarse y todos aprobaron. Este incidente negativo (que los acusaran falsamente de copiar) supuso aún más impulso, y el número de estudiantes de Gardfield que se preparaban para el examen avanzado de cálculo alcanzó en 1987 la cifra de 129, de los que el 85%  aprobó. Se empezaron a impartir cursos de colocación avanzada en otras materias, y nueve años después de que Escalante comenzara su trabajo, una escuela que se consideraba un sumidero, y que había estado a punto de perder su acreditación para enseñar, se había convertido en una de las mejores tres escuelas del país. Y todo gracias a la Ley del Gran Impulso.

De la edificante historia de Jaime Escalante, obtenemos algunas ideas que nos acercan a la comprensión de la Ley del Gran Impulso:

  • dos de las claves de su éxito fueron la motivación y la preparación de sus estudiantes
  • todo empezó con un pequeño progreso, con esos dos alumnos que aprobaron en 1978
  • lo que pudo haber detenido el impulso (la dificultad con los examinadores que creían que los alumnos copiaban) se convirtió en un creador de impulso

Y estas son otras ideas que destaca John C. Maxwell al hablarnos de esta ley del liderazgo:

  1. Solo un líder puede crear impulso. Muchos pueden percibir que hay impulso, un gestor puede conducirlo, pero solo un líder, alguien que pueda motivar a los demás, puede “crearlo”.
  2. El impulso hace que los líderes parezcan mejor de lo que son. Si un líder consigue tener el impulso de su lado, la gente olvidará los errores que ha cometido, y pensará que son genios.
  3. El impulso ayuda a los seguidores a desempeñarse mejor de lo que son. Cuando hay impulso en una organización, sus miembros se sienten motivados a desempeñarse a niveles más altos.
  4. Es más fácil conducir el impulso que iniciarlo.
  5. El impulso es el agente de cambio más poderoso. Cuando no hay impulso, las tareas más sencillas parecen problemas insuperables, pero con el impulso “empujando” el futuro parece prometedor, los obstáculos parecen pequeños, y los problemas se perciben como temporales.